sábado, 24 de septiembre de 2011

CHINA: ¡un Gigante muy alerta!

Shanghai de noche
 
He vuelto a China. Una semana en Pekin y Shanghai, en reuniones con el Gobierno, visitas a proveedores y centros de distribución. Queremos establecer estrechas relaciones entre el ACNUR y el Gobierno chino en temas de respuesta a emergencias, y parece que lo vamos a conseguir. Una visita muy fructífera, con acuerdos concretos.
Pero esta visita me hace reflexionar sobre lo que está en labios de muchos: ¿cuál es el papel que China va a jugar en el siglo XXI, en lo económico, en lo social, y cómo la democracia, tal como la entendemos desde Montesquieu, va a desarrollarse, o no, en y por China? Y ¿qué papel juegan los derechos humanos en todo esto?
Me permito escribir unas breves notas, consciente de lo complejo que este tema es.

Estacion tren Pekin
  1. China ha sido la mayor economía del planeta en 18 de los últimos 20 siglos. Tan solo en los dos últimos, su poder ha sido más débil. Y todo apunta a que el siglo XXI va a ver una China superpoderosa, dominante en lo económico. Ya es la 2ª potencia mundial y sobrepasará a los EEUU en menos de dos décadas. El desarrollo de ciudades como Pekín o Shanghai es mas que evidente, es absolutamente impresionante. Las infrastructuras no tienen nada que envidiar a las de Europa o los EEUU. La pujanza de China ya es una obviedad. Aquí se produce todo, de todo y cada vez con una calidad mejor. Multitud de multinacionales hacen sus compras primordialmente en China. El país genera superávit, y es el gran acreedor ya de los EEUU. Es verdad que hay varias Chinas, a diversos niveles de desarrollo. Uno de los Viceministros nos dijo que querían que siguiéramos considerando a China como a un país en desarrollo. Son conscientes de que hay muchas áreas en las que aún tiene que mejorar mucho. Mencionó "equilibrio regional, management, soft power, derechos de los trabajadores" Es curioso que "soft power", el poder de la convicción, de la razón, del derecho y de la ley fuera mencionado. Son muy conscientes del recelo que producen y quieren contrarrestarlo. Pero, ¿es eso una postura, digamos diplomática, sin mucho contenido, o, por el contrario, vamos a ver avances también en esas áreas? ¿Va a ser China un superpoder de referencia también en lo moral? ¿Va a seguir las pautas de desarrollo democrático y de derechos humanos como se entienden en "occidente"? Preguntas abiertas.....
2.    Me atrevo a apuntar algo: China desarrollará su propio modelo de democracia, su propio modelo también de equilibrio de poderes. Y ese modelo será distinto del que hoy conocemos en occidente, desde Montesquieu hasta el desarrollo de la Carta de la ONU y los derechos humanos. Que sea o no ese modelo chino el imperante, o bien el occidental, quizá dependa de si los EEUU se deciden a mirarse menos en su ombligo (tea party) y de si Europa despierta del letargo de liderazgo en el que está sumida, y los paises europeos aceptan finalmente reducir su miope nacionalismo en aras de estructuras de poder paneuropeas, de poder real, económico y político. Y no queda ya tiempo. O Europa se espabila, o está ya condenada a ser irrelevante (más aún) en lo político, gradualmente menor en lo económico y tan solo un museo refinado de cultura para turistas.    

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