sábado, 7 de marzo de 2020

VENEZUELA. UN PAÍS EN DEMOLICIÓN. O ¿CUÁNDO SE JODIÓ VENEZUELA?

Vengo a Venezuela después de muchos años. En 1987 vi un país con muchas desigualdades, sí,  pero en donde había una economía productiva. No mucho, la verdad, porque ya entonces a los venezolanos se les llamaba los “indios tabaratos”, porque cuando iban a Miami de compras, con su bolívar caro y potente, se les oía decir a menudo ¡“está barato”! Ya entonces, el país importaba casi todo y vivía del petróleo de una manera inconsciente. Pero se veían comercios, había manufacturas, se veían camiones circulando.  Según dónde había una cierta seguridad en las calles, los servicios funcionaban en las ciudades (el interior era, siempre fue, otra cosa). La corrupción era generalizada, eso sí.
Hoy vuelvo a otro país. Mejor dicho, el país no existe. Solo existe una red clientelar de gente que se aprovecha de los pocos recursos. La inmensa mayoría de la población malvive, sobrevive, aguanta como puede. Otros simplemente han huido: 1700000 a Colombia, 400000 a Peru, 200000 a Panamá o a Brasil. En total, más de 5 millones de venezolanos han abandonado su país en busca de algo mejor. Muchos mueren intentando llegar en barcas a las islas “ABC”, Aruba, Bonaire, Curaçao. 
Algunos ejemplos que he visto con mis ojos:
·       Colas para poner gasolina. Son kilométricas. He visto en Maracaibo colas de 5-6 cuadras. Están toda la noche, a menudo hasta 10 horas. La gente aguanta como puede. Obviamente dejan de ir a trabajar para estar en la cola. Hay atracos, hay peleas. Al final llenan el depósito, a veces previa mordida al empleado para que te deje colar unos cuantos coches. Estas colas no son puntuales, son crónicas.
·       Paradójicamente, llenar el depósito es gratis. Gratis literalmente, quizá 1 dólar. Hay gente que llena su coche y luego va y revende la gasolina en puestos de carretera en donde puedes comprar la gasolina sin hacer cola, aunque solo unos pocos litros. 
·       Nadie paga nada en este país por el agua, ni por el gas, ni por la electricidad. Cuando, hace un par de años, el gobierno le quitó cuatro ceros a la moneda, no actualizaron el pago de facturas de servicios…. Hasta ahora. Nadie, nadie paga nada. La gente se ha acostumbrado a que el Estado cubre esos servicios. 
·       Eso, cuando hay servicios. Los cortes de luz, de agua y de gas son muy frecuentes. No son de una hora o de unas horas. En ocasiones duran días. Imaginemos un país tropical en donde no hay agua corriente, no hay luz. Por tanto, no hay telefonía, no hay wifi. Hay total oscuridad por las noches, hay saqueos. Los negocios, las empresas, los bancos, los centros oficiales, todo se bloquea, ya que no pueden funcionar, literalmente. Todo se para.
·       No hay bolívares, efectivo. Los precios en las tiendas son duales: 100000 bolívares (1,3 dólares) un kilo de arroz si pagas con tarjeta, pero 70000 (1 dólar), si es en efectivo. No hay efectivo porque muchísimo se emplea en transacciones clandestinas de contrabando y narcotráfico. Si alguien quiere sacar dinero, el gobierno ha establecido un máximo de 20000 bolívares diarios (unos 25 céntimos de dólar). Pero hay que hacer colas de horas, hasta un día entero, para sacar ese dinero. Hay jubilados que se han desmayado en esas colas bajo el sol. Así que entre las colas para sacar dinero, o para poner gasolina, medio país está en tareas improductivas.
·       La sanidad es para los ricos. Si te pones enfermo y tienes el dinero, te atienden. Eso sí, has de llevar hasta las gasas al hospital, hasta los guantes quirúrgicos si requieres una operación. Si eres pobre, te aguantas, o te mueres. 
·       Unos datos de salarios: salario mínimo es 5 dólares al mes. Un maestro gana unos 70 dólares al mes. Un policía unos 10. Un médico de hospital unos 200.
·       La seguridad. Un bien muy escaso, inexistente. Las calles son inseguras incluso a pleno día. Cada hora hay atracos, asesinatos, robos, violaciones. Algunas acciones son muy violentas. Las bandas de malhechores abundan. Por ejemplo, la frontera con Colombia o Brazil está infestada de grupos armados. Así como la frontera brasileña o con la Guayana. Unos trabajan en el contrabando, de gasolina u otras cosas. Otros son narcos. Otros se ocupan de trata de personas. Por ejemplo, en la frontera colombiana, unos 2700 kms.: Hay 7 pasos fronterizos oficiales, pero hay innumerables pasos ilegales, las trochas. Por esos pasos circulan cada día cientos de personas que huyen de la miseria y la desesperación del día a día. Pagan a las mafias, claro. Una trocha es una unidad de negocio que genera unos 10000 dólares diarios a los que la controlan.  Hay, claro, luchas entre las mafias y hay ajustes de cuentas. La “ley indígena” impera: muerte por muerte, y en progresión hasta que alguien cede territorio. El ejército establece controles, muchos. Por ejemplo, pasamos unos 10 en un trayecto de 200 kms entre Maracaibo y la frontera. A los vehículos del ACNUR los respetan (aún). Pero te paran, te piden la documentación, te preguntan cada vez a dónde vas y por qué, etc. El ejército convive, vamos a decirlo así, con los grupos armados. Todos se conocen, marcan territorios, hay reglas no escritas de juego. Tú allí, yo aquí, no nos molestemos….
·       Los negocios, las empresas. No saben qué hacer, no saben cómo operar, cómo minimizar los riesgos. Un transportista puede perder su camión en un viaje, porque se lo roben. O la mercancía, por supuesto. Hay que integrar las mordidas en los precios finales. No existen seguros, no hay aseguradoras que quieran cubrir esos riesgos en Venezuela. Normalmente, se pide pagar por adelantado, el 100%. O bien, pagar en dólares, y en una cuenta en el extranjero. O bien a una persona y no a la cuenta de la empresa. Lo que hoy cuesta 100, mañana puede costar 120, y pasado, 150. Los empresarios que quedan se columpian en el trapecio….sin red. Muchísimas empresas han echado el cierre. En Maracaibo, las calles están desiertas, porque los comercios han cerrado. PDV, la empresa estatal petrolera produce 100000 barriles ahora, una décima parte de lo que producía hace unos años. 
·       El ACNUR es odiado. Nuestro mandato no solo no se comprende. Es que “no tiene lugar en Venezuela, porque en Venezuela no hay crisis humanitaria”. El gobierno, los más radicales, ponen todo tipo de trabas a nuestro trabajo: deniegan permisos de entrada de mercancías, retienen camiones “hasta que alguien del ACNUR venga y nos explique qué hacen y el porqué de este camión”. Hay que ir hasta allí, a veces un estado a miles de kms de Caracas, y humillarse, explicar, de nuevo, qué hacemos y pedir, por favor, que liberen el camión. Claro que hay gerifaltes del gobierno que a veces ponen tuits en los que acusan al ACNUR de no ser imparcial, de ser “imperialistas, al servicio de los EEUU”. Lo cual genera, o puede generar, reacciones de exaltados contra nuestra gente o nuestros coches. De momento, no ocurre.
·       Caracas es un oasis. El gobierno intenta que los cortes de servicios en la capital sean mínimos, y lo son. Que las colas de coches en las gasolineras no se vean, por lo que el suministro es mejor allí que el resto del país. Hay hoteles, restaurantes y bares llenos de gente guapa, tomando y riendo… No parece que, tan solo unos kilómetros más allá, haya gente que muera por una infección ligera o no tenga con qué vivir. 
·       La gente. Antes había protestas digamos que políticas. Los “colectivos” se encargaron de reprimirlas. Los colectivos son grupos bolivarianos. Llegan en motos, con armas largas. Amedrentan, amenazan, disparan al aire, golpean, dispersan, y se van. Luego vinieron las protestas digamos sociales. Los colectivos se encargaron de esas también. Ahora mismo, no hay muchas protestas. La gente está cansada, está desmotivada, resignada. “No hay nada que podamos hacer”, me dice uno. “Esto no tiene remedio”, dice otro. Otros no hablan y se montan la vida: venden gasolina de contrabando, o carne sin inspeccionar, o se emplean de sicarios o como miembros de una de esas bandas que extorsionan. Los más, son carne de cañón: he pasado por cientos de chamizos, casitas, meras construcciones de caña, de tocho, en donde veo caras serias. No he visto niños jugando, riendo. Seguro que los hay, porque los niños son niños. Pero imagino que se les helará pronto la sonrisa en su vida.


En resumen: asisto en primera persona a la decadencia de un país, de toda una sociedad. Entre todos la mataron, y ella sola se murió, abandonada e impotente. Una verdadera pena.






domingo, 25 de agosto de 2019

EL PERFIL DEL “HUMANITARIO”

Vuelvo a trabajar para ACNUR, a cargo del Servicio de Suministros y Logística. Vuelvo a encontrarme con los retos a los que enfrente hace 3-4 años. Vuelvo a reflexionar sobre lo que significa ser un “trabajador humanitario”. De eso va esta reflexión:
Queda bien eso de decir “soy trabajador humanitario”, mi trabajo consiste en “ayudar a los que más sufren”. Es cierto, por supuesto. Trabajar en el ACNUR implica eso: que tu trabajo sirve para aliviar sufrimientos, aunque sean solo parches a los desaguisados que se siguen produciendo en este mundo tan duro y tan cruel.
Veo la gente que trabajamos en esta agencia, UNHCR o ACNUR. Somos unos 10000 ya que la población refugiada o desplazada sigue aumentando cada año. ¡2018 acabó con 70 millones!
¿Cómo es el perfil del trabajador del ACNUR?
No existe un único perfil, por supuesto. Resaltaré dos o tres, generalizando.
Un primer perfil es el del idealista. Trabaja porque le duele ver tanta injusticia, tanta crueldad y sufrimiento de los más débiles. Efectivamente, el ACNUR, en colaboración con un número grande de ONG’s, trabaja en la asistencia, alivio al sufrimiento, atención, y, sobre todo, la protección de todos esos millones de personas que, sencillamente, sufren violencia, persecución, guerra u opresiones diversas. A esos compañeros les brillan los ojos cuando, en una reunión, se debate sobre tal o cual emergencia y en cómo afrontarla más eficientemente. A esas personas no les importa dedicar tiempo extra en fines de semana, o sacrificar su vida personal a veces. Se dice que el grado de separaciones en el ACNUR está por encima de la media. Puede ser. El estrés es importante, sobre todo cuando miles de desesperados dependen de tu trabajo para sobrevivir.
Hay un segundo perfil, sin embargo. Es el del que ha encontrado trabajo en un organismo que paga bien y en donde los resultados se pueden disimular entre los esfuerzos de otros miembros de tu equipo. En ese grupo hay mucha gente originaria de países en conflicto, que han encontrado una salida digna a la falta de oportunidades laborales en su país, debido a la guerra o a los disturbios. Al ser la ONU (y, por lo tanto, el ACNUR) un organismo eminentemente protector de sus empleados, es más difícil que en el sector privado el penalizar a una persona por su trabajo deficiente o escaso. Esas personas, afortunadamente no muchas, viven agazapadas y sobreviven en medio de los esfuerzos de sus equipos.
El tercer perfil es el burócrata de la oficina central. Son aquellos que han olvidado la finalidad última de lo que hacemos, que es servir a los que no tienen nada. En cambio, su día a día pasa entre papeles, memorandums, políticas y regulaciones que, por supuesto, son necesarias para hacer funcionar una maquinaria tan compleja. Estos colegas cuestionan cosas porque ese es su trabajo, replantean decisiones “porque la normativa XX dice tal o cual cosa”, aunque esa decisión sea lógica y vaya en beneficio de los beneficiarios.
A los que no somos “políticos”, en el sentido más llano y rastrero de ese término, nos cuesta navegar por esa maraña de reglas y normativas que llenan el ACNUR. Incluso, las combatimos y cuestionamos, aduciendo que son barreras ineficientes para obtener resultados. A veces, conseguimos cambiar cosas. Y el ACNUR avanza poco a poco.
Imaginación, atención al detalle, visión a largo plazo combinada con sentido pragmático, y resultados concretos.... esa es la combinación para obtener cosas en el ecosistema de NNUU.

domingo, 14 de julio de 2019

UN LOGÍSTICO EN EL ACNUR...otra vez.
Después de seis años manejando el departamento de suministros y logística del ACNUR (2010-16), y tras tres años de jubilación tranquila y placentera, me llaman del ACNUR porque les hace falta que tome de nuevo las riendas temporalmente. Mismo departamento, mismos retos. O más, con unos 70 millones de refugiados o desplazados hoy en el mundo. Lo he aceptado. Serán 8 o 10 meses hasta que reclutemos a la persona definitiva.
Hace una semana que he llegado a Budapest.  Hay progresos en Compras, ahora a niveles espectacularmente altos, de más de 1200 millones de dólares anuales. Constato los progresos en el manejo de la gran flota de vehículos, más de 6000, con ese cambio que iniciamos en 2013 y que ha convertido al ACNUR en referente mundial en manejo efectivo y eficiente de flota. Confirmo que se obtienen, tal como previmos, unos 18 millones de dólares de ahorros anuales en compras, y reventa de vehículos, que obviamente se re invierten en los refugiados. El Sec. General Gutérres quiere que el ACNUR lidere y expanda su modelo al resto de la ONU. Bien, me digo!
Pero hay claroscuros. Si bien hemos progresado en la gestión de inventarios globales y en la respuesta a emergencias desde la red de almacenes globales que establecimos en 2010, veo que la consideración de la función “supply” deja mucho que desear. Los managers, los representantes en los países,  ni entienden ni valoran lo que “supply” les puede ofrecer. En consecuencia, la función no tiene apoyo, a los colegas se les ningunea o no se les implica a tiempo... Veo que hay mucho, mucho aún que hacer en ese sentido.
Ahora, pensando en a dónde ir, dónde es más prioritario. Pienso en visitar Bangladesh, Dubai, Venezuela, Mexico, Uganda, Etiopía...quizá ahora el Sahel. Ya veremos. Debo pensar bien mis prioridades. Es una etapa corta, tan solo unos meses. Tengo que asegurarme que mi gente está motivada, que se le escucha y que nos ponemos a trabajar en la misma dirección.
La semana que viene, entrevistas con los Directores, Assistant High Commissioner, en Ginebra.
Continuará.....

sábado, 13 de abril de 2019

LAS MIGAJAS Y LAS BANDERAS

LAS MIGAJAS Y LAS BANDERAS

Ya hace unas semanas que me impactó lo que dijo un irrelevante político catalán, un tal Eduard Pujol, cuando, ante las protestas por los recortes en la sanidad pública catalana, dijo que eso “no eran más que migajas”, que ahora estábamos por lo importante, o sea, por la independencia de Cataluña.
Ahora que entramos en campaña por las elecciones generales del 28 abril, decido escribirle a Eduard Pujol y a sus correligionarios:
Señor Pujol,
Llegué a Cataluña en 1976, desde Valencia. Me encontré una tierra avanzada, abierta, acogedora, innovadora, con ansias de libertad, tras años de un franquismo negro que había entristecido y envilecido a todo el país. Participé en las manifestaciones por la autonomía, reclamando “llibertat i amnistía” también. Lo conseguimos. El ahora injustamente denostado “régimen del 78” instauró una etapa nueva, de democracia y alineamiento con Europa. Esos años han sido los más fructíferos y pacíficos de la historia reciente de Cataluña y de España. Hasta que, más o menos en 2008, se empezó a torcer todo. La absurda gestión del nuevo Estatut, la corrupción institucionalizada en el “oasis” catalán (el 3%, los Pujol) y la profunda crisis económica son las tres patas que hacen que la burguesía catalana, siempre tan pragmática, abandone el seny, abrace la “rauxa” y se envuelva en la bandera, como excusa. Gente como usted se convierte a la nueva religión del independentismo. Es la salida, la huida hacia adelante. Empieza la manipulación de la gente, las mentiras y las exageraciones. Al que discrepa, se le orilla, se le denigra o se le ningunea. Los “malos catalanes”, los “botiflers”, los “fachas”, de repente abundan. De hecho, somos más de la mitad de los catalanes.
Al igual que en el medievo, cuando a los herejes se les negaba todo, ustedes, cual nuevos conversos, niegan incluso el derecho de protestar. “Migajas, ahora, ni una”, dice usted, enfadado. La pobreza infantil, la precariedad laboral, la fuga de empresas, las colas en la sanidad, la deficiente implantación de la ley de dependencia, los barracones en la educación, todo eso son migajas. Es más, no comprendemos que, cuando seamos República, todo eso se arreglará, como por arte de birlibirloque. Es que los malos catalanes no tenemos arreglo. En realidad, mejor sería que nos fuésemos a nuestra tierra.
Señor Pujol, tengo pocas esperanzas de que ustedes cambien. Pero sí que creo que están entendiendo el efecto que tiene el saltarse las leyes. Aunque sea por el miedo a la inhabilitación o a las multas, o a la cárcel, van medir mejor sus acciones.
Tardaremos muchos años (25 o 30, quizá) en volver a aquella Cataluña inclusiva que añoro. Ojalá usted lo vea también.

sábado, 1 de abril de 2017

NOTAS de mis viajes con ACNUR

NOTAS de algunos de mis viajes en ACNUR (2010-2016)

1.  Jartum
Jartum (o Khartoum, no se bien) es una ciudad enorme, destartalada y polvorienta. Típica de un país árabe, algo triste, por lo estricto de la aplicación de la Sharia, que se nota en la forma de mirar y de andar de la gente, al menos yo así lo creo

El Nilo es otra cosa: se junta el Azul, que viene del lago Tana en Etiopia, lleno de vida, y caudaloso (las aguas parecen azuladas) mientras que el Blanco, viene menos caudaloso y menos animado, desde el sur keniata y los lagos ugandeses. Sus aguas son incoloras....digamos que blancas. Gordon ya lo dijo: Jartum es el paraíso terrenal, o al menos se le parece. Se refería a esta zona donde se juntan las aguas de un mismo nombre , pero de historias tan diversas (el país del Preste Juan, el país de los Masai...)
Sudan es un enorme país: superpuesto en Europa, llegaría desde Sicilia a Oslo. Mañana vuelo a Darfur, a la frontera con Chad, (seria como ir desde Berlín a Londres...), primero en avión (2 hrs.) y luego en helicóptero (otras dos horas). Hoy he visitado el compound de la ONU de los Peacekeepers, que es una extensión inmensa, con todo tipo de precauciones de seguridad: alambre de espino, tres portones blindados, varios controles de personal...... Impresiona
Este país esta desquiciado: en enero hay un referéndum para decidir si se separa el sur, negro, del norte, árabe. El sur tiene el petróleo además... Se prevé guerra, o al menos, miles, cientos de miles, de desplazados internos. Tan solo en Jartum, donde viven mas de 2 millones del sur, se teme que sean obligados a "desplazarse" a su nuevo país.... Y nosotros debemos prepararnos para algo que desconocemos: ¿será los desplazamientos al sur, o también hacia el norte, o también en Darfur, aprovechando el tema, donde los rebeldes decidan atacar? Y cuántos refugiados....?
Mañana, nos recomiendan encarecidamente no salir después del toque de queda, ni viajar solos, ni enseñar maquinas de fotos, ni, casi nada. El gobierno sudanés está en contra de las NNUU, porque se persigue a Baschir, su presidente, por genocida. Y contraataca negando los movimientos a la gente de las NNUU, incluido el ACNUR...En fin, ya veremos lo que nos encontramos. De momento, quiero visitar los campos y ver qué necesitan y cómo podemos mejorar el suministro... Una gota de agua en un conflicto de facetas variadas y complejas...

En fin, por ahora, aprendiendo un montón, y animado de ver toda esta gente que, cada DIA, intenta lo imposible...

2.    Darfur
Hoy he volado desde Jartum a Darfur. Darfur es del tamaño de España entera, y es un desierto, por lo menos lo que he visto desde el avión primero y el helicóptero luego. No obstante, es época de lluvias y las ramblas bajan llenas de agua y los campos están encharcados...Pero dónde hay estanques, balsas, algún pantano que guarde esta agua tan preciosa? No existen....otro país de gobernantes corruptos, rico en recursos y con miseria a tope, y sin planificación de recursos

Llegada a El Geneina, frontera con Chad: casas miserables, calles polvorientas, basura a montones, olores mezcla de podrido, especias y humedad (acaba de llover). Los niños juegan entre las basuras. Los hombres pasean o están ociosos, las mujeres caminan parsimoniosas, algunas cargadas, otras cargadas y con un niño.... Burritos, asnos esqueléticos, coches y motos, .... y camiones militares, con soldados con el dedo en el gatillo de las ametralladoras, y tanquetas de la NU, y casas con alambres de espino... Pasamos ante la casa del Wadi: una miserable casa grande, sin pintar, cubierta de polvo
Por el camino, también hay muchos arbustos verdes y flores (época de lluvias)
Hemos parado en un pueblo y nos han invitado a tomar café en el recinto del WFP: después de pasar tres portones con guardas y ser inspeccionados, veo que esto es un remanso de paz. Nos tomamos un café, y además nos preparan una estupenda tortillita de verduras, hecha con aceite de oliva, que me sabe a gloria. Ayer, no comí nada en 24 horas. Hoy, desayuné fuerte en el hotel, y esta tortillita va a ser todo entre ese desayuno y la cena luego...
La reunión con mi gente aquí: una mezcla de desesperación, resignación, e intento de manejar una situación imposible. Hay toque de queda, el ejército no da permiso al ACNUR para que atiendan a los refugiados, y además les roba los coches. Este año, varias personas han sido secuestradas, del ACNUR, del WFP... Y me dicen "afortunadamente, no hubo muertes". Pero si las hay entre los refugiados: 7 esta semana pasada, entre facciones rivales. Protección (de los refugiados, y del propio personal ACNUR, es la palabra clave.

Me reúno a cenar en una de las tres casa del ACNUR en El Geneina. Nos han preparado un estofado exquisito, pollo y cordero, arroz y ensalada, mas macedonia de frutas y tarta de postre mas café espeso...Una delicia de cena. Charlamos sobre "supply", cómo no, estando yo de invitado..Todos me preguntan qué pienso del ACNUR, de la eficiencia interna, de los issues...no hablamos mucho de la política, ni de la casi seguridad de la escisión del país, tras el referéndum de enero (con la consiguiente riada de refugiados y desplazados que se prevé)

Mi habitación: cama con mosquitero, acabo de matar a una cucaracha, y me he rociado con insecticida/repelente. El WC por cierto está fuera, así que le pediré a próstata que se comporte esta noche...

3. De Sudan a Kenia - MOMBASSA
La confluencia de los dos Nilos está llena de gente de picnic. Es viernes, festivo. Las familias sudanesas disfrutan al aire libre, de un día algo más fresco que lo ordinario. Deben hacer 30 o 40 grados, “solo”. Caminamos sobre el puente y vislumbramos a lo lejos la inmensidad el Nilo blanco, el que viene del sur, y la entrada del azul, el que viene desde el lago Tana. Hay pescadores, pero curiosamente, no se ven falucas ni otros barcos.
Hemos estado luego en casa de Peter, bebiendo unas cervezas. Interesante pensar que éramos un holandés, una malawiense, un serbio, un etíope, un somalí y yo. Peter comenta su intervención en las conversaciones de paz entre el sur de Sudan y el norte. Cómo fueron tratados los refugiados por el gobierno sudanés… y las consecuencias hoy de un referéndum de (segura) partición del país en dos. Habrá guerra, vaticina Peter. Hablamos y hablamos, escuchamos música africana del Congo, de Senegal, de Mali, de Sudáfrica, y luego hasta de Ry Cooder. Nos despedimos no muy tarde: hay que dormir algo antes de ir al aeropuerto.
Volar en África significa volar a horarios intempestivos. Hoy salimos a las 2  de la mañana de la casa de Eskalem en Jartum. El vuelo a Addis salía a las 4, así que no dormimos nada. El aeropuerto de Jartum es un caos, pero es un caos pesado, de gente que se te apega en la cola, y de funcionarios ineficientes, y de instalaciones sucias y gastadas.
Etiopía, desde el aire. Son la 6 de la mañana: verde, fresca, comparada con los polvos y el desierto sudanés. Leo la revista del avión y recuerdo lo que ya había leído sobre un país muy antiguo, nunca conquistado, cristiano desde siempre, una isla entre musulmanes, una verdadera rareza. Me prometo visitarlo despacio…
Llegamos a Mombasa. Ciudad de cuentos y leyendas, de piratas y traficantes de esclavos, de caníbales no hace tanto. Mombasa, el gran puerto del Indico, por donde entra y sale casi toda la mercancía que generan las economías de por lo menos 6 o 7 países.
Kenia rezuma viveza en las calles. Pobreza, eso si, y olores extraños, aglomeración controlada, trasiego de gentes, de animales, de tubos de escape infames escupiendo unos humos que se pegan a la garganta… sonrisas de niños cuando cruzas la mirada, mendigos , vendedores de casi todo, tenderetes y tenderetes sin fin, …. Eso es la Mombasa que se presenta a mis ojos mientras vamos hacia el hotel. Carteles que anuncian escuelas, y anuncian negocios, carteles medio caídos, sobre casas medio caídas, pero con una actividad eléctrica. Se hacen muebles y se exponen en el arcén de la carretera, al lado de las aguas pestilentes que discurren por el arcén. Pero la gente sortea con indiferencia esas aguas fétidas y se acerca a negociar precios, o se paran a charlar, tras abrazarse efusivamente, o simplemente están parados fumando, esperando quien sabe qué… Al fondo, el puerto, grande, inmenso, y colapsado, y la refinería.
El ferry nos hace esperar una buena hora. “Hakuna matata”, no problema, en swahili, por cierto una lengua muy musical, muy sonora, que apetece aprender… El ferry se llena de coches, motocarros, minibuses y camionetas y de cientos de personas a pie. Una muchedumbre abigarrada, multicolor, mujeres con el nikab al lado de chicas con minifalda. Hombres con turbante indio o sij, al lado de negros vestidos a la occidental, incluso alguno con corbata…. Y muchos niños, niños por doquier. Estos países en África ahora están creciendo a un nivel elevado (del 5 al 10%) lo cual está muy bien….pero su población crece aun mas rápidamente, lo cual mantiene los problemas de paro juvenil sobre todo
El hotel: un resort en el Indico, de esos de película. Tenemos la reunión aquí porque es con los gobiernos de la zona…. Un gran baobab en el medio del resort, monos por los alrededores, y una playa de paraíso tropical. Una isla en el medio de la pobreza, pero al menos da trabajo a muchas personas…

4. Nairobi
Nairobi se presenta al viajero como una ciudad a medias entre el subdesarrollo y la modernidad. Grandes hoteles, centros comerciales y edificios, junto a calles mal mantenidas y vendedores ambulantes de todo.
Una gran criminalidad que hace a los extranjeros tomar un sinnúmero de  precauciones, en sus casa y cuando se trasladan.
Dicen que los keniatas son orgullosos. En realidad están los kikuyus y los luas, principales etnias en Nairobi. Los primeros son emprendedores y negociantes, mientras que los segundos son mas “reliable”, todo según una generalización rápida y fácil.
La oficina de la ONU en Nairobi es la 2ª del mundo en importancia y número de gente.
Nuestra oficina del ACNUR  está en un edificio compartido por la embajada noruega. Grandes medidas de seguridad a la entrada, colas de somalíes para conseguir un visado en la embajada….

Vemos el almacén, bien manejado por un tercero. El problema es la preparación de nuestra gente : faltan cualidades de dirección (management) y detecto problemas de control y seguimiento. Propongo cambios, que revisaré en visitas posteriores

Volamos a Dadaab: un cambio de mundo, y de prioridades!
Campo de 260000 refugiados, desde hace casi 20 años ya. Está en la frontera con Somalia, al norte de Kenia. Cada día llegan 200 nuevos refugiados. Los problemas son inmensos, y de una complejidad que raya en la desesperación y la impotencia… No obstante, allí estamos, y se van resolviendo, mal que bien. Falta dinero para hacer todo lo que hace falta. Problemas con la población local que se siente discriminada (¿porqué la ONU ayuda a estos extranjeros y no a nosotros?), problemas con el gobierno keniata, que desea terminar con esta molestia de refugiados, con la policía, que es poca y que maltrata los vehículos que el ACNUR le presta para que den servicio de lo que son, policía. Problemas con la falta de maestros y con las escuelas del campo, pocas y sin materiales (tan solo un 45% de los niños están escolarizados), con el hospital, con tan solo tres médicos para tamaña población de refugiados, más la población local. Con el agua, aunque se han encontrado agua a 110 ms de profundidad. Con las lluvias en la época de lluvia, que produce inundaciones de mas de 1 metro. Por lo que hay un proyecto de creación de un campo nuevo, en alto, con escuelas en condiciones, oficinas, seguridad, etc Problemas con los nuevos refugiados que llegan y tardan en registrarse y en pasar un examen médico…posibilidad de que hayan enfermedades contagiosas no detectadas. Con los clanes entre los refugiados….que hacen lobby para acceder a un trato “especial” versus otros clanes rivales. Problemas con la aplicación de la sharia en ciertos casos que el ACNUR evita cuando afecta a derechos humanos. Por ejemplo, el de una refugiada que había sido violada, cuyo violador, al ser apresado, pretendía (con el apoyo de los líderes de su clan) saldar su delito con una pequeña compensación al “propietario” de dicha mujer.
Dadaab es un ejemplo de un problema crónico. Hay 6000 niños que ya son 3ª generación en ese campo, en realidad una ciudad grande en Kenia. A esos refugiados, el gobierno keniata no les concede ciudadanía, por miedo a un efecto llamada. Contrariamente al gesto valiente del gobierno tanzano, que recientemente ha concedido la nacionalidad a 160000 refugiados de Burundi en Tanzania, refugiados desde hace más de 16 años.
Reviso los problemas de suministro, sobre todo en la época de lluvias, los problemas de gestión de vehículos, de manejo de fuel (cómo evitar fraudes y mal uso), los problemas en el suministro de pertrechos y comida a la población. El responsable del campo mantiene durante la visita una sonrisa y un talante positivo, que, intuyo, viene de un interior que se percibe complejo y basado en valores. Se necesita en este ambiente, además de dos cualidades: paciencia, persistencia e imaginación.

5. Tanzania. La tierra roja
De Dar es Salaam volamos a Shanyanga, y de allí, por carretera, a Isaka. Allí visito un almacén que vamos a convertir en centro regional para emergencias. Está a 3 horas por carretera de un aeropuerto que puede acoger grandes aviones de cargo. Además le llega el tren, y está a 3-4 días de una gran cantidad de países potencialmente problemáticos, como Uganda, Rwanda, Burundi, Zimbawe, Este del Congo, incluso Luanda en Angola. Las instalaciones están muy bien. Planto un árbol en una ceremonia sencilla de inauguración de la oficinas (una sencilla “caracola” portátil)
Volamos de nuevo a Kasulu, en la frontera con Burundi y el lago Tanganica. El aeropuerto, una pista de tierra en medio de los árboles, el avión, un Cesna, pequeño, que se ha movido mucho durante la hora y media desde Shanyanga. Unos niños observan el aterrizaje, desde el camino que corre paralelo a la pista.
Esto es África profunda. Profusión de sensaciones al ver cómo se mueve la gente a pie, en bicicletas, transportando todo tipo de cosas inverosímiles, desde hatos de largas cañas de azúcar, o grandes bidones en equilibrio inestable, o leña, o animales, o gente (he visto una bicicleta con 4 personas sobre ella, el padre pedaleando, con un niño delante de el, sobre la barra, la mujer detrás con otro bebé a la espalda… La gente se mueve incesantemente por la carretera, andando o en bici. Muchas mujeres acarrean cosas sobre sus cabezas, con movimientos muy gráciles y seguros al andar. Profusión de colores, todo teñido del ocre del polvo de la pista….Pasamos de vez en cuando por un centro de casas de adobe, en donde hay alguna tienda, algún bar, incluso algún “hotel”, y en donde todos compran y venden algo…. Y, sobre todo, me impresiona las miradas de la gente. Miran a los ojos cunado nos cruzamos las miradas al pasar rápidamente. Los niños, mirada curiosa, los adultos mirada escrutadora pero que no sugiere animadversión, tan solo una mirada de “hola, registro tu presencia, aquí estoy yo”
Kasulu, campo de unos 30000 refugiados burundianos desde hace 17 o 18 años, y que no pueden volver a su país porque son del partido opositor… Me sorprende ver cuántos niños hay, quizá un 25% o mas. Hay un par o tres de escuelas solamente, y un hospital. Viven en casa de abobe, que ellos mismos se han hecho, con techumbre de paja. Tienen animales. Trafican internamente entre ellos y con el exterior. El gobierno regional tanzano los tolera mal, y quiere que se vayan…pero es difícil. Revisamos el pequeño almacén, y recomendamos algunas mejoras y cambios.
El motel en Kasulu debe ser de 5 estrellas para los usos locales. Bungalows en medio de la selva, con un WC y ducha sobre el suelo aneja a la habitación, y una cama confortable con un mosquitero enorme. La cena ha sido exquisita: pollo asado, arroz blanco, patatas fritas y frijoles, con una cerveza fría.
Mando rociar la habitación antes de dormir para matar los mosquitos, y a dormir plácidamente bajo el mosquitero, no antes de ver un lagarto curioso que se pasea por la pared y desaparece por un resquicio
La vuelta ha sido de nuevo con el Cesna hasta Mwanza, a la orilla del lago Victoria. Desde allí a Dar en vuelo regular



6- CONGO
“Voulez vous noter mon telephone?”
Es lo que nos decía la chica que se había sentado a la mesa de aquella pizzería, con Jef, mientras yo iba al lavabo. Al volver, había visto que Jef tenía compañía, y pensé que era alguien que el conocía.
Pero no. Se había sentado allí, y nos miraba con una expresión entre curiosa y expectante: “voulez vous noter mon telephone?” Le pregunté la edad. Me dijo que 26, pero no tendría mas de 20. Insistía en darnos su teléfono, casi nos lo rogaba. Nos preguntó que de dónde éramos, pidió un sprite, que rápidamente pagó.
La tercera vez que me preguntó si quería su número de teléfono, le dije que no. Nos levantamos y la dejamos bebiendo su refresco. Su mirada, triste, nos siguió un momento, hasta que se levantó para acercarse a otra mesa…..
Esto simboliza Kinshasa: mezcla de desesperación, compra venta de lo que uno tiene de valor, incluyendo el propio cuerpo, ingenuidad, dureza adquirida por la lucha diaria, mirada expectante, a veces desafiante… Esta chica se hubiera vendido por 20 dólares, lo que en Barcelona te gastas en un menú de comida diaria.

El trayecto entre el aeropuerto de Kinshasa y la capital es todo un compendio de las plagas bíblicas, y seguro que es mucho mejor que otras partes que aún no he visto, en el interior del país. Tiendas con el rótulo “La Grace du Seigneur”, o “le Chemin au Ciel”, que en realidad venden de todo, bordean una carretera que solo tiene de tal el nombre. Nos encontramos en el medio de un atasco descomunal, enorme, gigantesco. Hay obras (¿) en el medio de la calzada: una enorme zanja cruza la mitad y media de la calzada, lo que hace que todo el tráfico se tenga que meter, embudar, en unos 3 o 4 metros de carretera, más, claro, el campo a través, que es lo que hacen todos, creando un caos tal que todo queda colapsado. Aquí, mis derechos prevalecen sobre los de los demás. Lo cual significa que los coches se van acoplando, a milímetros de unos y de otros, con algún que otro roce y toquecito… Coches parados por falta de gasolina, que hay que sortear también. Coches que de repente aparecen enfrente, luces de carretera que te ciegan, que no dejan de acercarse, pidiendo que te apartes tu, mientras nuestro chófer hace lo propio… Al final, todo el mundo va pasando, poco a poco. Una hora de embotellamiento, instructiva.
Aquí no hay trabajo, no hay modo de ganarse la vida, a o ser que uno compre o venda lo que encuentra, o lo que puede adquirir, o tomar prestado, sobre todo de extranjeros…. Los robos están mas que a la orden del día: incluso la policía, siempre hay al menos 3 o 4 en cada cruce, te paran y te piden la documentación, para a continuación llevarte a su coche y robarte todo, y digo, todo. A veces te dejan, desnudo, en un lugar alejado de la ciudad… Los congoleños dicen que Congo está maldito. Nada está maldito, lo maldicen y lo mal-trabajan los dirigentes, sobre todo, los corruptos dirigentes de un país rico hasta la saciedad. Aquí hay recursos naturales para alimentar, y bien a toda la población. Pero el país no tiene infraestructura. Para llegar desde Kinshasa a Goma (en el extremo oriental) se necesitan 5 horas de vuelo. En el medio del país, y en el noreste, en el sudeste, en el noroeste, simplemente NO  hay carreteras, y las que hay son impracticables en la época de lluvias. Nuestra labor, la de llevar pertrechos a los refugiados, se hace imposible: ¿cómo llegas a un recóndito lugar de la selva, en donde se han aposentado, digamos, 30 o 40000 personas hambrientas, que huyen de los múltiples grupos guerrilleros que asolan el este de este país? De repente, los refugiados huyen, y se paran en lugares en donde a lo mejor no hay agua, o donde el acceso de camiones es imposible, y se paran de puro agotamiento…y allí se les ha de atender, si no antes han acabado con ellos los guerrilleros, o las enfermedades, o el hambre. Impresiona pensar que, en una de las pasadas crisis de El Congo, desaparecieron 200000 personas en la selva: Kabila perseguía a los refugiados, porque sus oponentes se habían refugiado a su vez entre ellos. Los empujaba y empujaba hacia el oeste, hacia la jungla, y los iba exterminando. Al fin y al cabo, eran “enemigos”.  Entonces, 200000 personas se adentraron en la selva, y ni los americanos, con búsqueda por satélite, con rayos de todos los colores pudieron encontrar su rastro.  Eso es el interior de este país, denso, impenetrable aún, salvaje, que cruza el río Congo, enorme serpiente de agua, el país que Conrad bautizó como “el corazón de las tinieblas”

GOMA- al lado del lago Kivu, verde, fresco, un paraíso turístico si no fuera porque “Dios se ha olvidado de este país”. Goma: terreno imposible, volcánico, con el volcán rojo en la cima por la noche, amenazando eructar (o es eruptar?) sus entrañas como hizo en 2001, cuando destruyó media ciudad. La placidez del lado engaña: desprende metano y mata cada año…. O sea, que Melià se lo piensa mejor y como que no viene.
Esta parte del Congo está punteada de campos de refugiados, sudaneses, ruandeses, burundianos, y congoleños desplazados. Vistamos un campo, Mugunga. Qué miseria, y que resignación! Excepto los niños, que siempre ríen y juegan, como si nada…Los adolescentes ya empiezan a entristecer la mirada. Los adultos la tienen como distante, de vuelta de todo. Niños mal nutridos, mujeres embarazadas que no tienen quién las asista, porque el médico ya no viene, por falta de dinero,….
Hago fotos, para no olvidar.
Por la noche, me asomo al balcón de la habitación del hotel. A lo lejos, el resplandor rojizo del volcán Nyaragongo, muy activo, tanto que sepultó esta ciudad hace tan solo 12 años
Prometo volver. Esta zona de África necesita mucha atención y prometo dedicarle esfuerzo.

7- EL OTRO CONGO (BRAZZAVILLE)
Cruzar el río Congo, aunque haya sido en lancha rápida es toda una experiencia. Es enorme, gigantesco, el más grande que he visto nunca. Parece un mar. Ramas, troncos flotando alrededor… Al fondo, en la orilla sur, Kinshasa, con sus 12 millones de personas, su caos, su abigarramiento. En la otra orilla, parece, y es, otro mundo. Brazzaville es una ciudad, por comparación, ordenada, arreglada, menos contaminada, con menos gente pululando, con mas y mejores tiendas y bares…. Los edificios mejor cuidados. Podría vivir aquí, pienso. Lugo me entero de que el país no tiene, repito, no tiene, ninguna infraestructura, y repito, ninguna. No hay carreteras, ni trenes, ni casi aeropuertos. Tenemos 130000 refugiados que, espontáneamente, se han situado en la orilla del río Ubangui, creando 102 (!!!) asentamientos, esparcidos a lo largo de 600 kms. Es como si entre Barcelona y Madrid, se han situado 130000 seres humanos, pero donde no existen las carreteras, nada!!. Cómo llevarles atención, comida, abrigo, escuelas y medicinas, es una tarea ímproba, cuando ni hay carreteras, tan solo el río, navegable con barcazas la mitad del año. Y cómo para empezar se puede traer cualquier cosa a este país, grande como toda Inglaterra, es otro milagro. Desde Camerún se puede llegar en 1 mes. A Pointe Noire, el puerto en el atlántico, se llega en barco, pero luego se ha de poner todo en un avión a Brazzaville y pasarlo a aviones pequeños para hacerlo llegar a una población en la que se cargan las barcazas para llegar, tras varios días, a los campos. Bueno, pienso, en Congo, el otro, se llevan cosas en bicicleta al final del trayecto, bicicletas cargadas, hasta 700 Kg., que el ACNUR contrata para acceder a los campos mas recónditos….
Que me viene a la cabeza pensando en esto? Pues que a la mierda la logística de las escuelas de negocios: esto es supervivencia e ingenio…

8- Chad
El Chad (final de la estación lluviosa, y congregación de objetos voladores)
Una nube de insectos se ha congregado en el aeropuerto de NDjamena. Saltamontes de todos los colores, tamaños y apariencias, a mis ojos de europeo, cucarachas, grillos, y otros bichitos, voladores o rastreros, todos, se empeñan en hacerte notar que esto es el Sahel, que las comodidades de Europa, tan limpia y ordenada, están lejos. Al llegar a la terminal, las pisadas se oyen, sonoras.pero no es porque la gente pise fuerte, sino porque cada pisada termina con la vida de varios de estos insectos, cuya única culpa es ser muchos y estar en le lugar equivocado, o sea, bajo un zapato, un día de octubre. Mientras relleno el cuestionario de entrada, debo quitarme de encima un par o tres de okupas, pero otros insisten en venir a saludarme. Debe ser la carne fresca. Como no hacen nada, decido no preocuparme demasiado
El trámite aduanero pasa normalmente (tengo una carta de permiso de entrada al país) y vamos hacia el hotel
Cuyo vestíbulo está también, cómo no, lleno de saltamontes y langostas, muertas, moribundas y bien vivasDecido abrir con precaución la puerta de mi habitación y no enciendo la luz hasta que no estoy dentro: bien, no hay intrusos. Voy a cerrar y ya se me han colado dos grillos y un enorme saltamontes verde, que, creo yo, me mira mal. Los invito a salir, y al final, acabamos enfadados y los echo literalmente a patadas.
N’Djamena por la mañana: desayuno al lado del río que viene del lago Chad, que se está reduciendo a la carrera. Le queda poca vida. Los bichos, muchos menos. La ciudad, polvorienta, y africana, en el sentido del abigarramiento y del tráfico caótico. Asisto al briefingde seguridad del MINURCO. Recinto vallado, con alambre de espino, varias barreras en la entrada, dos portones, ametralladoras en la puerta y en las torretas. Este país está en guerra. Hace dos años, NDjamena fue ocupada por los rebeldes durante varios días. Nos explican los riesgos en la capital y, sobre todo, en la zona oriental, a donde voy mañana, la que linda con Sudán. Nos dan instrucciones de cómo comportarnos en un secuestro, o si hay tiros.lo oigo como en una peli, pero no, es de verdad. Nos comentan que incluso los accidentes de coche son muy comunesque hay gente que intenta tener un accidente con un coche de la ONU, porque saben que la ONU paga, y bien. De nuevo, la vida, que tiene un valor relativo en estos países.
Abéché está a unos 900 kms de la capital, y, aún a unos 200 mas de la frontera sudanesa. Allí tenemos un centro de operaciones. He pedido visitar un campo cercano, el de Gaga, que está a unos 80 kms. Según la estación, este trayecto puede llevar 2 horas o dos o tres días. En época lluviosa, las ramblas (los wadis), bajan con un metro de agua y con una fuerza tan enorme que los coches, e incluso los camiones, deben esperar para cruzarlos con seguridadesperan en cola, ante cada wadi, durante 2 horas?, 1 día, dos, tres?....hasta que el agua baja. El suministro de víveres, gasoil o personas se hace imposible. ¿mo se puede gestionar un país ante tamaños retos?
En mi caso, es el principio de la estación seca, y tan solo nos lleva dos horas de carretera de tierra, infame. Nos acompaña un todo terreno del ejército chadiano, con 4 soldados armados. Es obligatorio, no se puede viajar por esta región sin escolta armada.
El campo de Gaga, de 20000 personas, sudaneses de Darfur, se ha erigido en el 2005. Los propios refugiados han construido sus chozas, con ayuda del ACNUR. Ahora están organizados. Visito el mercado normal, y el de burros (los hay par tout, incluso burritos pequeñitos que se tumban tranquilamente a tomar el sol en medio del camino). La escuela es un edificio construido, pero destartalado. Hay un dispensario, un centro de atención psicosocial, un centro de formación profesional. Todo lo llevan ONGs que colaboran con el ACNUR
 
El almacén es una carpa en donde debe hacer 50 grados por lo menos. Me dicen que en efecto, se alcanzan hasta 60 grados en su interior en verano. Nuestros plásticos se funden literalmente….Deberíamos manejar los stocks de manera que solo tuviéramos aquí un mínimo inventario, pero ¿mo, con los problemas de acceso?
Visito en Abéché los almacenes y el garaje de reparación de vehículos. No funciona nada, todo está muy mal gestionado, no hay control,multitud de coches chatarra que ocupan espacio y esperan que alguien decida algoMe reúno con la gente de “suply”: buena intención, pero falta formación, actitud, liderazgo….Intento darles unas normas básicas de cómo planificar mejor. Me entienden el jefe y un par más…los demás asienten con una mirada que me recuerda al saltamontes de mi habitación…. O sea, que no sé
Menudo reto: los accesos, la falta de planificación, el terreno imposible, los medios escasos, ¿por dónde empezar?: por la base, o sea, planificación primaria, política de inventarios y suministros y formación del personal. Vamos a establecer un almacén regulador en NDjamena que actúe de tampón.
La vuelta a NDjamena se hace tras una espera de 3 horasvolar en África es esto: inshallá!
Cena por la noche con un calor pegajoso enorme, y al aeropuerto, de vuelta a EuropaFin del 2º viaje a África
 
9- Kabul de cerca
Primera vez en Afganistán. Confieso que vengo intrigado por lo que voy a ver en un país que todo el mundo describe como un continuo problema, con conflictos desde 1976.
Es invierno y hace mucho frío. Esta empezando a nevar algo. En mi viaje desde el aeropuerto al hotel, veo lo típico en muchos otros países, caos de trafico, suciedad...
Me llama la atención los numerosísimos edificios con altas vallas de cemento, alambre de espino, casetas de seguridad, hay incluso dobles vallas, y policías y ejercito por doquier. Kabul es una ciudad tomada, o al menos la parte que yo he visto, el centro de edificios gubernamentales, embajadas y hoteles. Hace un par de semanas que hubo el atentado del restaurante libanés que frecuentaba la comunidad de expatriados. Murieron 21 personas, 4 de la ONU. Todo el mundo habla de 2014. Las elecciones serán en abril, y nos reunimos para debatir que puede suceder...diversos escenarios de conflicto.
En un cruce, un tullido: pierna cortada por encima de la rodilla, enseña el muñón y pide limosna. No tiene mas de 30 años. Efecto colateral? , me pregunto
No veo muchos burkas. Mejor dicho, no se ven muchas mujeres por la calle. Yo diría que mas de dos tercios son hombres o niños. Lo del burka es curioso. En Peshawar un enorme porcentaje de la mujeres llevaban burka, aquí no son mas de un 10%. Pienso si es porque los talibanes se refugiaron en el Pakistán fronterizo, precisamente el de Peshawar o Quetta.
Veo a otro tullido. Esta en una acera, y enseña su muñón (pierna cortada por debajo de rodilla) y pide limosna también.  

De vuelta al hotel. Debemos pasar por tres barreras de seguridad, cada una en un espacio cerrado, de manera que el coche ha de parar. Nos revisan a nosotros, al coche, una, dos, tres veces. Una de ellas es con un perro entrenado, que se enfila sobre el capo, olisqueando a la búsqueda de explosivos. Finalmente entramos. Entonces debo abrir mi maleta y la revisan, y soy cacheado... La seguridad, al máximo. Cada día hay atentados en Kabul, cada día hay gente que muere. Por supuesto, nuestro coche es blindado, y tenemos controles de radio cada día, antes del toque de queda, para comprobar que nadie esta "perdido". Me han recomendado "fuertemente" no salir del hotel. Y si salgo debo avisar a un chofer para que me acompañe a donde quiera ir....No lo hago, claro.
 
10- República Centroafricana. El culo del mundo
Si hay algún país maldito debe ser este. Pobreza, desesperación, guerras sin fin, de baja intensidad, de cristianos contra musulmanes, barbarie sin las excusas europeas. En el hotel, un oasis entre la miseria dominante. En la piscina, leyendo. Hay unos cuantos extranjeros mas. Hay tiros fuera, en la calle, a unos 100 metros de donde estoy. Todos se levantan y corren hacia el hotel. Todos excepto un inconsciente, yo, que me quedo tumbado, a ver qué pasa. Hasta que un camarero del hotel viene a llamarme para que me proteja como los demás….
Aun siendo tan pobre, la RCA acoge a varias decenas de miles de refugiados, del Chad en el norte, de Congo en el sur. Como en Europa, pienso

11- Sudan del Sur. El país imposible
Voy a Sudan del Sur con mucha curiosidad. Es un país logísticamente imposible. Inundado en mas de un 40% por las crecidas del Nilo en la época lluviosa, las comunicaciones norte sur se suspenden por tierra. Los camiones y coches que se aventuran por las pistas sufren accidentes y quedan literalmente enterrados en el lodo.
Como los campos de refugiados está en el norte, en Malakal, cómo hacerles llegar la ayuda, la comida, el combustible? La única respuesta es aprovisionar en la estación seca. Además compramos varios camiones para evitar tener que pagar las desorbitadas sumas que piden los propietarios aquí. Además, construimos depósitos de agua y de gas oil y gasolina en los campos, y los llenamos durante la estación seca.
Estoy en Malakal. Regresamos de visitar el campo de refugiados sudaneses. Tenemos previsto salir mañana temprano en avión de la UNHAS. Nos avisan de las luchas en Juba, entre los partidarios del presidente y los del vicepresidente. Seguridad de NNUU decreta no vuelos por el momento. Debo quedarme en Malakal hasta que se aclare si hay o no guerra. Al dia siguiente se aclara que fueron “solo” escaramuzas, con algunos muertos sin importancia…pero los vuelos de UNHAS siguen suspendidos. hay una compañía canadiense que hemos contratado para arreglar carreteras y el aeródromo. Ellos tienen un Cesna, les pregunto, tienen una plaza para mi para volar el día siguiente. ¡Perfecto! Vuelo con ellos. Llego a Juba con mi vuelo a Nairobi perdido pero puedo coger otro a Addis Ababa
El valor de la vida en Sudan del Sur: el conductor del ACNUR que me lleva la aeropuerto es de Lor, una población en donde ha habido recientemente luchas tribales, con cientos de muertos. Cuando me lo dice le pregunto si estaba allí cuando pasaron los hechos. Tranquilamente me dice que no, que el vive en Juba en donde se siente protegido por el ACNUR, pero que su madre y sus dos hermanos murieron ese día. Lo dice como si nada. Me quedo frío. Le digo “lo siento” y el sonríe agradecido. “Life goes on”, dice
 
12- Etiopia. De Dollo Ado a Gambella
Nunca olvidaré mi primera visita a Etiopía. Primero por mi entrevista con ARRA, el departamento gubernamental que gestiona los asuntos de refugiados. Arra es poderosísimo. No olvidemos que Etiopía tiene refugiados por todas sus fronteras: eritreos al norte, sudaneses al oeste, sud-sudaneses al sur, somalíes al este. Mi entrevista con el Director de ARRA la sentí como si fuera con la KGB: exigencias sin sentido, recriminaciones continuas, quasi insultos por ser blanco y europeo (así lo sentí). Segundo por mi estancia en Dollo Ado, los campos del este. En el medio del desierto más árido, lleno de piedras y entre escorpiones y polvo, se levantan tiendas y chozas que acogen a somalíes. Como en todos los campos niños por doquier, y sonrientes! Estos refugiados han caminado cientos de kilómetros hasta cruzar la frontera y llegar aquí. Al llegar, se les da agua y comida, se atiende a los heridos y enfermos, se los registra luego. Recuerdo aquella niña. No mas de 7 añitos, llevando a su hermanito de dos o así en brazos. Seria. Le digo que pose para una foto. Me mira, seria aun y posa. Entonces levanta su antebrazo y me muestra la pulsera que certifica su registro como refugiada….y sonríe, como diciendo “estoy a salvo”. Dollo queda en mi como uno de los sitios más inhóspitos que he visto, pero un sitio de esperanza para los somalíes desesperados que huyen de la muerte.

Gambella. En el otro extremo, al sur. Verde, selva, fértil. Aquí, de repente llegaron 100000 refugiados de Sudan del Sur. Llegaron así, de repente, con sus cosas a cuestas y con su ganado: cabras, burros, vacas. ¿Qué hacer y cómo organizarlos y ayudarlos? Mis colegas establecieron, tras unos días de dura negociación con ARRA un terreno al sur de Gambella a donde se les trasladó con sus animales, a pie….
La región de Gambella podría ser un vergel. De hecho hay una o dos multinacionales que explotan alguna extensión de terreno, pero la inmensa mayoría es salvaje, selva. Me explican que el gobierno de los “highlander”, como llaman a los etíopes del centro, no quiere desarrollar la región, porque hay separatistas armados. En el río hay cocodrilos, muy dañinos, me dicen. Todos los años 4 o 5 niños perecen devorados. Me dirijo en coche a la frontera con Sudan del Sur, para ver si se puede acceder a ese país desde aquí. Tras varias horas entre la selva, llegamos a un puente pequeño. Paramos. Es la frontera, pero no se ve nada. Nada es nada…. hasta que vislumbro una choza entre la espesura. Es la garita del policía aduanero. Nos acercamos. Sale un hombre alto, muy delgado, con una chaqueta descolorida que parece militar. Esta descalzo, lleva una escopeta que me parece de la guerra de Cuba por lo menos. Le saludamos y explicamos quiénes somos y si podemos pasar unos metros hacia Sudan del Sur. Accede. Caminamos unos 100 metros por una pista infame. La carretera ha desaparecido. Esto es una pista irregular, con rodales de medio metro de profundidad, llena de barro y piedras…impracticable para 4x4 y para camiones aun mas. O sea, no hay carretera.
Tomo una foto a una madre con sus dos hijos, el reflejo del río al fondo. Miran a la cámara, serios. Qué vida tienen estas personas?

13- Ruanda. Ejemplar

El país de las mil colinas. Impresionante este país. Pequeño, montañoso, pero con una red de carreteras muy decente, que comunican muy bien internamente y con los países vecinos. Ruanda, donde el genocidio es un tabú. “Aquí todos somos ruandeses”, me han dicho, tutsis y hutus. Quieren olvidar aquella barbarie.
Ruanda, en donde las bolsas de plástico están prohibidas. En el aeropuerto te multan si llevas alguna. Todo es de papel. Hay llamadas al reciclaje, al civismo, a sonreír al extranjero….Al norte, la montañas de Virunga, con sus gorilas, me llaman la atención. Pero eso será otro día

 14- Uganda
4 horas para hacer 40 kms, desde el aeropuerto en Entebbe a Kampala. Eso es embotellamiento, el mayo que he vivido, tan solo después del de Kinshasha. Verde, fértil país. Y generoso como ninguno. A cada familia de refugiados le dan un terreno equivalente a media hectárea, para que lo cultiven y levanten allí su casa. El ACNUR facilita semillas, útiles de trabajo, materiales de construcción….Los campos no tienen nada que ver con otros que he visto. Aquí se ven familias trabajando, niños sonrientes, ganado, tiendas….. El problema es que la tierra se acaba pero los refugiados no…..siguen llegando

15- Pakistan: Peshawar. La desesperación y el sinsentido
PESHAWAR: any hope?
Peshawar: there are traces of 2.5 ms of water all over.... and a smell that is all over, of roten wool, of roten wheat... The UNHCR warehouse is full of damaged items that we need to get rid of. In the streets, burkas and more burkas. Women are not of any value, they are probably in line of value with a donkey...only if she works hard. If not, they are useless and better invisible. We travel in armored car, cannot stop, in front a police car with 4 guys with loaded fusils, escorting us. UN people are seen as "part of the enemy", who knows why. Our compound seems a fortress: toll walls, barbed wire, heavy doors (double).... In the meantime, more than 1 million people in this KPK region are in need. And, if the Pak army goes serious in the North, 300000 more may be displaced. I don't know what the solutions are, but education for all, elimination of corruption, health care for all.... seems very far away goals in KPK anyway
People survive in sadness. I haven't seen smiles, not even in children in the streets. Life is taking its toll in this region. Some "know well what others are supposed to think, to do and to believe", and if they disagree, they are eliminated, as simple as that
  
16- Siria. Jordania. Líbano
Mi primera visita a Siria (con el ACNUR, ya había estado antes) me impresiona sobremanera. Los refugiados palestinos están mas que integrados entre los sirios, no existen campos Es más, Siria es un ejemplo de asistencia, ya que se les facilita una tarjeta de debito que pueden usar para comprar lo que necesitan en las tiendas que quieran.
La segunda visita a la zona es a Jordania. La guerra en Siria ha comenzado hace unos meses (estamos en 2011). Ahora los refugiados son los sirios. El ACNUR ha establecido un campo para unas 100000 personas en Zataari, cerca de la frontera. Lo visito y casi está ya lleno. Superviso la instalación de contenedores/vivienda unifamiliares, donadas por los saudíes. Son unos 20000 contenedores. Se está allanando una enorme extensión de terreno y empezando a situar los contenedores. No es sencillo: hay que nivelarlos bien y el terreno es pedregoso.
Reviso con el jefe de campo la logística. El reto es espectacular: cómo manejar las toneladas de residuos, las miles de letrinas, la distribución de agua, la de comida, cómo ayudar a los refugiados a que se organicen, cómo manejar la delincuencia, cómo ayudar a los emprendedores que quieren establecer un negocio (peluquería, arreglo de ropa, tienda de comida, etc). Por no decir las escuelas y los hospitales. Hay que establecer una ciudad en el medio de la nada, sin esperar porque la gente ya está allí
Un sirio se dirige a mi: “soy enfermero, era, en Damasco. Quiero ayudar aquí…” Le dirijo hacia el hospital de MSF.
Cuando escribo esto, ya han pasado 5 años desde el comienzo de la guerra. Zataari tiene el triste record de ser el campo mas grande del ACNUR, después de Dadaab, en Kenia. Acoge a mas de 250000 personas. Y hay otros tres campos alrededor, con otras 150000.

Líbano es otra cosa. Un país de 6 millones de habitantes que acoge a mas de 1.8 millones de refugiados. El gobierno no quiere tiendas, así que se tienen que acomodar en casa abandonadas o a medio construir, o en barracones, o en chabolas. Muy difícil para el ACNUR. Visito el valle de la Bekaa, en donde la situación es mejor: los refugiados han sido hasta el momento absorbidos por la población, literalmente…. Pienso en Europa, chillando porque unos cuantos miles de refugiados manchan sus ciudades….

17- Camerún
La carretera es preciosa. Verde, rodeada de grandes árboles. Veo continuamente pasar a mujeres acarreando cosas sobre sus cabezas, a niños que vuelven de la escuela, a hombres en bicicleta o en carros tirados por burros. Voy hacia la frontera con la RCA, donde tenemos los campos.

Al norte, el terror de Boko Haram. Se nos ha prohibido ir mas al norte de Tibati o Garua. Aún así, hay colegas, héroes, que trabajan allá, asistiendo a los despavoridos nigerianos que llegan a nuestros refugios del norte ce Camerún e incluso del lago Chad


Visito Kribi, un puerto de aguas profundas que están construyendo los chinos, a unos 250 kms de Douala. Todo está cambiando en esa zona. ¡Los chinos! Necesitan las materias primas de África y están omnipresentes, invirtiendo en infraestructuras y comprándolo todo